miércoles, 29 de agosto de 2012

FORTALEZA DEL CASTRO: mirador de Vigo

El Castillo del Castro se construyó a mediados del siglo XVII en la cumbre del Monte del Castro, donde tiempo astrás estuvo ubicado un antiguo castro y, en la Edad Media, el castillo do Penço de la Mitra Compostelana. Las obras de construcción del Castillo se realizaron a la vez que las de las murallas y fuerte de San Sebastián. Fueron realizadas con el objetivo de defender este importante enclave costero del ataque de piratas y, sobre todo, de los portugueses con los que, tras el estallido de la guerra de independencia de Portugal, España estaba en plena guerra.

Según el padre Gándara en su libro "Armas y triunfos de Galicia" las obras del recinto amurallado comenzaron en 1656 con el diseño del entonces capitán general de Galicia Don Vicente Gonzaga. El costo de las defensas se reparte entre la ciudad y el estado español. Los ingenieros militares Carlos y Fernando de Grunemberg estuvieron en 1665 trabajando en las fortificaciones de Vigo, especialmente en la del Castro y fueron los que propusieron un proyecto de enlace entre los castillos del Castro y San Sebastián. Pero fue el capitán Juan de Villarroel y Prado quien proyectó y dirigió las fortificaciones de Vigo desde su comienzo.



En 1665 estaba construido el primer recinto del Castillo del Castro, y en 1667 el segundo cinturóna modo de falsa braga.

En 1670 en las obras del Castillo del Castro, la primera muralla y la segunda (que era de tierra) estaban completamente terminadas, como se puede apreciar en un plano de la época del del conde de Haumanes (para un proyecto que hizo para la unión del Castillo del Castro con el de San Sebastián en ese mismo año).

En 1704 se le añade un tercer recinto, dos años después de que la armada franco-española sufriera un ataque de la armada anglo-holandesa en Rande.
En un plano del Archivo Histórico Nacional (titulado "Planta del Castillo de Vigo que se llama el Castro, como ha de estar, en estado acabado") de 1705 de Eugenio Antonio Doffus Velez D´avila se puede apreciar el castillo completamente acabado. Se compone de tres recintos y un camino cubierto que conduce al reducto de San Felipe (una construcción pentagonal rodeada de una empalizada situada donde ahora hay un parque infantil en la entrada al Castro por su lado Este). 


En 1719 el castillo resistió durante siete días un bombardeo de 34 morteros del ataque inglés, que había desembarcado 5000 hombres en la playa de Samil. Los ingleses consiguieron la rendición negociada de la guarnición y ocuparon y saquearon el castillo llevándose todo el material de guerra.

El castillo fue reparado, ya que la fortificación había quedado seriamente dañada. Aun así, y aunque en 1724 se le construyó un cuartel de infantería para 250 soldados, las fortificaciones habían quedado anticuadas para los tiempos que corrían. A pesar de ello se continuó usando hasta el 28 de marzo de 1964, día en el que fue cedido al Ayuntamiento.

Hoy en día se mantiene rodeado de bellos jardines siendo uno de los miradores de la ciudad mas visitado por vigueses y turistas. 

 

lunes, 20 de agosto de 2012

ISLA DE SAN SIMON

A la ensenada le da nombre esta isla, cargada de historia y con unas peculiaridades muy características. Sobresale la lengua de arena que desde la playa parece unirse con la isla, pero que no llega a hacerlo.

Esta isla estuvo ocupada por los templarios en los siglos XII y XIII hasta que la excomunión y disolución de esta orden deja la isla en manos de la Corona de Aragón que la dona el Obispado de Tuy en el año 1370 en agradecimiento a su fidelidad. En estos últimos siglos de la Edad Media se realizan numerosas romerías en la isla, y en este contexto se enmarca la conocida canción del trovador Mendinho ambientada en la isla de San Simón. A día de hoy hay un busto de este autor en la isla, así como, de los otros dos grandes trovadores medievales de la ría: Johán de Cangas y Martín Códax.

 
La edad moderna en la isla de San Simón comienza con una batalla en el contexto de las revueltas irmandiñas, que se salda con la herida de gravedad de don Fernando Andrade representante de Soutomaior. En los años posteriores se combinará la ocupación religiosa de la isla con períodos de abandono y asaltos y saqueos a la isla por parte de los piratas británicos comandados por Sir Francis Drake.
En 1702 llega un episodio histórico, la conocida como batalla de Rande, que enfrentó a las tropas anglo-holandesas con una coalición franco-española, en la que resultaron vencedoras las primeras. Después de la batalla saquearon toda la costa e incendiaron el monasterio de San Simón, que tras una reconstrucción volvió a ser destruido y finalmente abandonado en el año 1719, tras otro ataque inglés.

Después de casi un siglo de abandono, y debido a las epidemias de cólera, se decide instalar en San Simón lo que sería conocido como Lazareto de San Simón, por el que tenían que pasar los navegantes procedentes de otros países europeos. La rehabilitación de la isla corrió a cargo del comerciante riojano Velázquez Moreno. El lazareto se inauguró en 1841. Estas obras configuraron la imagen actual de las islas, ya que de estas fechas son los edificios el puente que une San Simón y San Antón y la muralla exterior. El lazareto resultó fundamental en la evolución de la ría de Vigo, ya que los barcos tenían que llegar a él, lo que propició la expansión del puerto y la ciudad de Vigo.



El lazareto se clausura en 1927 y con la llegada de la Guerra Civil se convierte en cárcel. En ella fueron recluidos numerosos presos del bando republicano, fundamentalmente de las zonas próximas, aunque también llegaron del País Vasco y otras partes de España. La cárcel estuvo operativa entre 1939 y 1944, y aún hoy en Redondela quedan testigos que estuvieron recluidos en los penales de la isla.

A partir de 1948 se convierte en residencia de verano para los miembros de la Guardia de Franco, pero en 1950 un accidente marítimo acabó con la muerte por ahogamiento de cuarenta y tres miembros de la Guardia de Franco, tras hundirse su embarcación “Monchita” . Esto precipitó el cierre de la isla, que tan solo volvería a ser utilizada entre 1955 y 1963 como hogar Méndez Núñez para la Formación de Huérfanos de Marineros.

Actualmente, y después de una profunda remodelación las islas están abiertas al público, si bien hay que pedir autorización para poder visitarlas. Después de una profunda rehabilitación el complejo parece estar destinado a convertirse en un centro de recuperación de la Memoria Histórica, con varios edificios restaurados, centro de documentación y biblioteca.



martes, 14 de agosto de 2012

ISLAS CIES: las islas en la historia

En la antigüedad fueron llamadas Siccae ('áridas'). Desde muy antiguo los hombres visitaron y habitaron las Islas Cíes. Se han encontrado en las Cíes restos arqueológicos que datan la presencia humana sobre el 3500 a.C., si bien los restos del primer asentamiento humano de que se tiene constancia son un castro de comienzos de la Edad de Hierro. También se tiene constancia de un asentamiento que data de la Edad de Bronce (entre el 500 y el 100 a. C.), es un castro situado en las laderas del monte Faro.

Por allí pasaron los romanos, dejando restos como un anillo de oro datado en el siglo IIde nuestra era, así como ánforas, cerámica y diversos útiles que se exponen hoy en el Museo de Pontevedra, así como escritos de Estrabón, Plinio o Diodoro. Existen leyendas que mencionan la presencia de Julio César en su lucha contra los Herminiios.

Islas Cies: atardecer
 En la Edad Media fueron habitadas por monjes de diversas órdenes, también estuvieron los Normandos. En el siglo XI estuvieron allí los benedictinos, que las abandonaron y volvieron a finales del siglo XIII. En el siglo XIV se asentaron allí los franciscanos. También pasó por ahí la Orden de Cluny. De esta alternativa ocupación de las islas quedan como prueba los monasterios de San Estevo en la Isla do Faro y de San Martiño en la isla de su nombre, así como una fábrica de salazón sobre cuyos restos actualmente hay construido un restaurante. Las idas y venidas de los monjes eran debidas a que, por su cercanía a la ciudad de Vigo, el archipiélago era frecuentemente atacado y usado como base de operaciones por piratas turcos y normandos, así como armadas invasoras, como por ejemplo la inglesa, comandada por Francis Drake que asoló las poblaciones de la Ría de Vigo. Esta situación dura hasta el siglo XVIII, lo que acaba produciendo su despoblamiento.

Islas cies: fondeadero
 A mediados del siglo XIX se construye el primer faro en la Isla do Medio, que acaba llamándose Isla do Faro. En esa fecha las islas ya volvían a estar pobladas por algunas familias de O Morrazo que se dedicaban a la pesca y a la ganadería ovina y caprina.

En los años sesenta las islas se despueblan de nuevo, esta vez definitivamente. En los años setenta y ochenta comienzan a ser utilizadas como destino de descanso al que, sobre todo la gente joven de la zona, acudía en busca de naturaleza, mar, sol y libertad, lejos de la vigilancia social y familiar. Entonces en toda Galicia se practicaba la acampada libre.

Actualmente sólo están ocupadas por los servicios del parque,camping y restaurante y el acceso está restringido a un máximo de 2.200 personas diarias.

Las Cíes pueden también testimoniar el hundimiento de pesqueros que en muchas ocasiones se han saldado con la pérdida de numerosas vidas. En Punta da Galeira una cruz recuerda el hundimiento del Ave do Mar de Moaña, que ocurrió en 1956 y arrojó el terrible saldo de 26 tripulantes muertos. En la madrugada del 28 de enero de 197 8encalla en las Cíes, tras salir del puerto de Vigo, el barco congelador-factoría Marbel. Tras más de doce horas agarrados a las rocas bajo el temporal, son rescatados nueve tripulantes y se da por desaparecidos a 27. El 14 de febrero de 1979 se hunde a 35 millas de las islas el François Vieljeux, con 28 tripulantes a bordo y las esposas de tres de ellos. Sólo ocho son rescatados con vida.

En 1980 son declaradas Parque Natural y desde 1984 son propiedad de la Xunta de Galicia.

El periódico The Guardian en su edición del 16 de febrero de 2007 consideró la playa de Rodas, en las Islas Cíes, como la mejor del mundo. 

Islas cies: playa de rodas, vista parcial

jueves, 9 de agosto de 2012

CIES RECONOCIODAS NUEVAMENTE COMO LAS MEJORES PLAYAS DE ESPAÑA

Nuevo reconocimiento a la belleza y riqueza natural de las islas Cíes. Las playas del archipiélago vigués y la de La Concha de San Sebastián han sido elegidas como las mejores para descansar por los usuarios de una conocida agencia de viajes online. La encuesta elaborada por Muchoviaje.com sitúa estos dos enclaves como los favoritos de los españolas para irse de vacaciones. La buena noticia es extensiva al resto de la costa gallega, pues el estudio sobre los hábitos vacacionales de los españoles sitúa a la Comunidad Valenciana, Cádiz, Galicia, Baleares y el País Vasco como las costas más bonitas para una escapada estival.

Los resultados proceden de entrevistas a una muestra aproximada de 1.000 personas repartidos proporcionalmente por toda la geografía española. El factor principal que se valora es la belleza de los enclaves, y los participantes opinaron en función de sus gustos y las experiencias viviendas en cada localización teniendo en cuenta la ubicación de las playas y los medios de transporte para llegar.

Las dos primeras posiciones del ranking las ocupan arenales del norte de España y sorprenden las características tan diferentes que poseen ambas, pues La Concha forma parte de un litoral urbano y está perfectamente integrada en la ciudad de San Sebastián y la vida diaria de sus vecinos, mientras las playas de Cíes, con Rodas a la cabeza, forman parte del Parque Nacional Marítimo-Terrestre de las Islas Atlánticas de Galicia y son visitadas fundamentalmente en verano, pues hasta Semana Santa no comienzan los viajes regulares.



Otra de las curiosidades de este estudio es que entre las costas más valoradas figuran Galicia y la Comunidad Valenciana, que son también las regiones que han obtenido más banderas azules en España, 143 y 120, respectivamente, y se supone que ofrecen playas y puertos deportivos más cuidados y con mejores servicios. Los turistas parecen apostar en este estudio por la calidad y la tranquilidad, pues las islas Cíes tienen un cupo máximo diario de visitantes para garantizar la sostenibilidad del archipiélago y La Concha, pese a estar en el centro y ser un punto central del turismo en el norte, no sufre las aglomeraciones habituales del sur.
La inclusión de las playas de Cíes entre las favoritas de los usuarios de Muchoviaje.com se produce apenas tres semanas después de que el canal de televisión estadounidense CNN incorporara a la isla viguesa entre los 27 lugares más interesantes del mundo "para visitar antes de morir". Con tan contundente reclamo publicaron su lista anual a mediados de julio, en la que figuran las islas Cíes al lado de destinos también paradisíacos como la isla de Java, en Indonesia; las cataratas Victoria, en Zambia; el Taj Mahal, en India, o la ciudad maya de Palenque, entre otros lugares de visita obligada, según la empresa audiovisual.

miércoles, 8 de agosto de 2012

Museo de Vigo 3: MUSEO DEL MAR

Un lugar donde comprender la enorme vinculación histórica de los gallegos con el mar a través de su aprovechamiento y conocimiento.

Museo del Mar
Haciendo el recorrido por sus salas el visitante conocerá la actividad pesquera en todos sus ámbitos, así como su desarrollo en el discurrir de la historia: la pesca, el marisqueo y la acuicultura, los métodos de conservación, desde los antiguos sistemas de salazón a los modernos de congelación, los avances técnicos en las embarcaciones o la biología marina. Se completará el recorrido con una visita al acuario del Museo, donde se pueden observar los principales ecosistemas que se encuentran entre el propio muelle del Museo y la costa acantilada de las Islas Cíes. 

El Museo do Mar de Galicia está emplazado en la vieja fábrica de conservas Alcabre-Molino de Viento (1887). Reutilizada como matadero municipal, en 1992 la Xunta de Galicia encargó el anteproyecto del museo al arquitecto italiano Aldo Rossi y al gallego César Portela. Tras la muerte de Aldo Rossi, César Portela proyecta un complejo integrado por la antigua fábrica, un nuevo cuerpo de naves, la taberna, el acuario y el faro. 

Museo del Mar
 

martes, 7 de agosto de 2012

Museos de Vigo 2: CASTRELOS

El Pazo Quiñones de León es en sí mismo un documento histórico y una obra de arte como edificio y ello debe ser explicado. Está presente en buena parte de la historia de la ciudad olívica durante la Edad Moderna e incluso Contemporánea, lo que le ha llevado a ser considerado por los vigueses como una de sus principales señales de identidad.

Su origen se remonta al antiguo Pazo de Lavandeira, construcción levantada hacia 1670, años después de la fundación del mayorazgo por el capitán Juan Tavares en 1665 (como recoge el escudo de armas de la fachada principal). Esta familia permanece en la propiedad hasta el siglo XVIII en que dejará paso a los Montenegro y a comienzos del XIX al marquesado de Valladares.

Pazo de Castrelos
 A finales del siglo XIX la finca y el pazo son heredados por doña María de los Milagros Elduayen, VIII Marquesa de Valladares, y su esposo Fernando Quiñones de León, Marqués de Alcedo, quienes emprendieron una importantísima reforma del edificio. El temprano fallecimiento de la marquesa hizo que el pazo pasase a manos de su hijo Fernando, IX Marqués de Valladares. En 1918 este perece sin descendencia dejando como heredero a su padre y como usufructuaria vitalicia a su esposa, Mariana de Wythe. Será su padre quien el 12 de diciembre de 1924 done al pueblo de Vigo la propiedad, condicionando su donación a que se dispusiesen en él un museo y un parque público.

Orígenes
El antecedente arquitectónico del edificio actual es la citada en la documentación como "Torre de Lavandeira" que probablemente se levantaba en el mismo lugar que el pazo ocupa hoy en día. Su denominación como torre alude a una tipología heredera de la arquitectura militar medieval.
En el marco de los enfrentamientos fronterizos con Portugal a consecuencia de proceso de independencia iniciado en 1641 en el país vecino se produce la devastación de la Torre de Lavandeira, levantándose en 1670 el nuevo edificio del mayorazgo fundado por Juan Tavares.

Formas
Se construye un edificio de nueva planta inspirado en el cercano y recién construido (1633) pazo de Santhomé (La Pastora), ejemplo de palacete renacentista urbano castellano implantado en el rural gallego por la vinculación a la Corte de sus propietarios. El edificio sigue la tipología de cuerpo flanqueado por dos torres, actualmente muy reformado y ampliado con un añadido en la parte posterior, y una crujía perpendicular que alberga la capilla y el pabellón de servicios. Estas ampliaciones y reformas fueron emprendidas por el Marqués de Alcedo a finales del siglo XIX y principios del XX.


Interiores
Con anterioridad a 1680 los propietarios del pazo poseían una oratorio privado dedicado a Nuestra Señora de la Soledad que permaneció activo en una sala del pazo a lo largo del siglo XVIII. (Cfr.: Juan Miguel González Fernández. Inventario histórico das ermidas de Vigo e do Val de Fragoso. Vigo, 1997). No existía una construcción específica de capilla y el lugar de culto y enterramiento de los señores del pazo no era otro que la iglesia de Santa María de Castrelos, a corta distancia de la vivienda, donde poseían un lugar de privilegio en el altar mayor. En 1853 se construirá la capilla anexa a edificio principal bajo la advocación de la Virgen del Carmen. Permanecía cerrada y sólo se oficiaba en ella cuando los marqueses se hallaban en el pazo.

El interior responde al prototipo de palacio urbano, confiriéndole a cada piso a una funcionalidad diferente. La planta baja esta destinada a las habitaciones de servicio, cocina y almacenes. En la planta noble se sitúan salones y cuartos. La escalera que los comunica está situada en la ampliación realizada a finales del XIX y fue ejecutada en el siglo XX. No obstante, el interior el edificio ha sido objeto de importantes remodelaciones, que nos impiden reconocer cómo era exactamente su distribución inicial.

El mobiliario y ajuar originario del pazo no han llegado hasta nosotros pues los bienes muebles de la casa no formaban parte de la donación a la ciudad de Vigo. Numerosas fuentes documentales hablan de su riqueza. El mobiliario actual es fruto de sucesivas donaciones y compras del Concello de Vigo. Está formado por un rico repertorio de muebles (de asiento y de guardar, mesas, espejos, biombos y otros muebles auxiliares), alfombras (de oriente medio y españolas) y lámparas de cristal.

La austera capilla del pazo está presidida por un retablo de mediados del siglo XVI cuya procedencia es, por el momento, una incógnita. El retablo es de factura plateresca y responde a planteamientos muy difundidos en Castilla. Al haber sido adaptado al testero de la capilla, no conserva más que dos cuerpos divididos en tres calles, en las que se albergan cuatro pinturas sobre tabla del taller del maestro zamorano Lorenzo de Ávila.

Jardines
El espacio ajardinado esta ubicado en el entorno inmediato a la vivienda y forma con ella un conjunto indisociable. Se concibe, a la manera de los grandes jardines de la Francia barroca, a partir de un eje longitudinal perpendicular a la fachada que permite verlo en su totalidad con un sólo golpe de vista.

Los jardines se trazaron a finales del siglo XIX, probablemente por la prestigiosa empresa portuguesa de jardinería radicada en Porto, Jacintho Mattos, hoy desaparecida, por orden del Marqués de Alcedo. Podemos observar en él seis partes bien diferenciadas: el jardín de acceso, la rosaleda, el jardín francés, el jardín inglés (o "pradera del té"), la solana al fondo y el bosque.
Variedad de trazado y especies

El jardín de acceso se sitúa ante la entrada principal. Está delimitado lateralmente por el ala de servicios a su derecha y a su izquierda por un muro almenado con garitas. Su trazado es muy sencillo, una rotonda central con un surtidor rodeada por dos parterres laterales.El jardín continúa en la parte posterior del edificio en tres niveles descendentes. El superior está ocupado por la rosaleda. Arranca de un cenador cubierto con una pérgola de madera, que era el antiguo invernadero.


El intermedio constituye el jardín francés. Se distinguen dos zonas: la inmediata a la fachada con un trazado de setos de mirto que llega casi a lo laberíntico, rodeado de una greca perimetral y una fuente en el centro. El sector más alejado es de mayores dimensiones y tiene un trazado más sencillo, totalmente simétrico, en torno a un eje longitudinal y a un florón central. En el pasillo lateral que lo limita con la rosaleda se encuentra el paseo de los escudos.

El jardín inglés es también llamado "Pradera del Té" por la costumbre británica que tenían los dueños de tomar el té en este lugar. Está en el nivel más bajo de los jardines. Consiste en una pradera rectangular rodeada por dos senderos de paso. En el centro se sitúa un estanque para patos con una isleta central que muestra una maqueta del pazo.

El jardín presenta numerosas variedades de plantas ornamentales y exóticas, algunas centenarias gracias a la benignidad del clima en Vigo por su proximidad al mar. Se pueden observar especies como el camelio del jardín francés, cuya edad ronda los doscientos años, los exóticos tuliperos originarios de Virginia y los viejos magnolios de la pradera entre los que se encuentra el más grande de Galicia. Esta cuidada vegetación se ve enriquecida por esculturas, una galería de blasones y diversos monumentos.