lunes, 20 de agosto de 2012

ISLA DE SAN SIMON

A la ensenada le da nombre esta isla, cargada de historia y con unas peculiaridades muy características. Sobresale la lengua de arena que desde la playa parece unirse con la isla, pero que no llega a hacerlo.

Esta isla estuvo ocupada por los templarios en los siglos XII y XIII hasta que la excomunión y disolución de esta orden deja la isla en manos de la Corona de Aragón que la dona el Obispado de Tuy en el año 1370 en agradecimiento a su fidelidad. En estos últimos siglos de la Edad Media se realizan numerosas romerías en la isla, y en este contexto se enmarca la conocida canción del trovador Mendinho ambientada en la isla de San Simón. A día de hoy hay un busto de este autor en la isla, así como, de los otros dos grandes trovadores medievales de la ría: Johán de Cangas y Martín Códax.

 
La edad moderna en la isla de San Simón comienza con una batalla en el contexto de las revueltas irmandiñas, que se salda con la herida de gravedad de don Fernando Andrade representante de Soutomaior. En los años posteriores se combinará la ocupación religiosa de la isla con períodos de abandono y asaltos y saqueos a la isla por parte de los piratas británicos comandados por Sir Francis Drake.
En 1702 llega un episodio histórico, la conocida como batalla de Rande, que enfrentó a las tropas anglo-holandesas con una coalición franco-española, en la que resultaron vencedoras las primeras. Después de la batalla saquearon toda la costa e incendiaron el monasterio de San Simón, que tras una reconstrucción volvió a ser destruido y finalmente abandonado en el año 1719, tras otro ataque inglés.

Después de casi un siglo de abandono, y debido a las epidemias de cólera, se decide instalar en San Simón lo que sería conocido como Lazareto de San Simón, por el que tenían que pasar los navegantes procedentes de otros países europeos. La rehabilitación de la isla corrió a cargo del comerciante riojano Velázquez Moreno. El lazareto se inauguró en 1841. Estas obras configuraron la imagen actual de las islas, ya que de estas fechas son los edificios el puente que une San Simón y San Antón y la muralla exterior. El lazareto resultó fundamental en la evolución de la ría de Vigo, ya que los barcos tenían que llegar a él, lo que propició la expansión del puerto y la ciudad de Vigo.



El lazareto se clausura en 1927 y con la llegada de la Guerra Civil se convierte en cárcel. En ella fueron recluidos numerosos presos del bando republicano, fundamentalmente de las zonas próximas, aunque también llegaron del País Vasco y otras partes de España. La cárcel estuvo operativa entre 1939 y 1944, y aún hoy en Redondela quedan testigos que estuvieron recluidos en los penales de la isla.

A partir de 1948 se convierte en residencia de verano para los miembros de la Guardia de Franco, pero en 1950 un accidente marítimo acabó con la muerte por ahogamiento de cuarenta y tres miembros de la Guardia de Franco, tras hundirse su embarcación “Monchita” . Esto precipitó el cierre de la isla, que tan solo volvería a ser utilizada entre 1955 y 1963 como hogar Méndez Núñez para la Formación de Huérfanos de Marineros.

Actualmente, y después de una profunda remodelación las islas están abiertas al público, si bien hay que pedir autorización para poder visitarlas. Después de una profunda rehabilitación el complejo parece estar destinado a convertirse en un centro de recuperación de la Memoria Histórica, con varios edificios restaurados, centro de documentación y biblioteca.



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