En
la antigüedad fueron llamadas Siccae ('áridas').
Desde muy antiguo los hombres visitaron y habitaron las Islas Cíes.
Se han encontrado en las Cíes restos arqueológicos que datan la
presencia humana sobre el 3500
a.C.,
si bien los restos del primer asentamiento humano de que se tiene
constancia son un castro
de
comienzos de la Edad
de Hierro.
También se tiene constancia de un asentamiento que data de la Edad
de Bronce (entre
el 500
y
el 100
a. C.),
es un castro situado en las laderas del monte Faro.
Por
allí pasaron los romanos,
dejando restos como un anillo de oro datado en el siglo
IIde
nuestra era, así como ánforas,
cerámica
y
diversos útiles que se exponen hoy en el Museo
de Pontevedra,
así como escritos de Estrabón,
Plinio
o
Diodoro.
Existen leyendas que mencionan la presencia de Julio
César en
su lucha contra los Herminiios.
Islas Cies: atardecer |
En
la Edad
Media fueron
habitadas por monjes
de
diversas órdenes, también estuvieron los Normandos. En el siglo
XI estuvieron
allí los benedictinos,
que las abandonaron y volvieron a finales del siglo
XIII.
En el siglo
XIV se
asentaron allí los franciscanos.
También pasó por ahí la Orden
de Cluny.
De esta alternativa ocupación de las islas quedan como prueba los
monasterios
de
San Estevo en la Isla do Faro y de San Martiño en la isla de su
nombre, así como una fábrica
de
salazón sobre
cuyos restos actualmente hay construido un restaurante. Las idas y
venidas de los monjes eran debidas a que, por su cercanía a la
ciudad de Vigo,
el archipiélago
era
frecuentemente atacado y usado como base de operaciones por piratas
turcos y
normandos,
así como armadas
invasoras,
como por ejemplo la inglesa,
comandada por Francis
Drake que
asoló las poblaciones de la Ría de Vigo. Esta situación dura hasta
el siglo
XVIII,
lo que acaba produciendo su despoblamiento.
Islas cies: fondeadero |
A
mediados del siglo
XIX se
construye el primer faro
en
la Isla do Medio, que acaba llamándose Isla do Faro. En esa fecha
las islas ya volvían a estar pobladas por algunas familias de O
Morrazo que se dedicaban a la pesca y a la ganadería
ovina y
caprina.
En
los años
sesenta las
islas se despueblan de nuevo, esta vez definitivamente. En los años
setenta y
ochenta
comienzan
a ser utilizadas como destino de descanso al que, sobre todo la gente
joven de la zona, acudía en busca de naturaleza, mar, sol y
libertad, lejos de la vigilancia social y familiar. Entonces en toda
Galicia se practicaba la acampada
libre.
Actualmente
sólo están ocupadas por los servicios del parque,camping
y
restaurante y
el acceso está restringido a un máximo de 2.200 personas diarias.
Las
Cíes pueden también testimoniar el hundimiento de pesqueros
que
en muchas ocasiones se han saldado con la pérdida de numerosas
vidas. En Punta da Galeira una cruz recuerda el hundimiento del Ave
do Mar de Moaña,
que ocurrió en 1956
y
arrojó el terrible saldo de 26 tripulantes muertos. En la madrugada
del 28
de enero de
197
8encalla
en las Cíes, tras salir del puerto de Vigo,
el barco
congelador-factoría
Marbel. Tras más de doce horas agarrados a las rocas bajo el
temporal, son rescatados nueve tripulantes y se da por desaparecidos
a 27. El 14
de febrero de
1979
se
hunde a 35 millas de las islas el François Vieljeux, con 28
tripulantes a bordo y las esposas de tres de ellos. Sólo ocho son
rescatados con vida.
En
1980 son declaradas Parque Natural y desde 1984 son propiedad de la
Xunta de Galicia.
El
periódico The
Guardian en
su edición del 16 de febrero de 2007
consideró
la playa de Rodas, en las Islas Cíes, como la mejor del mundo.
Islas cies: playa de rodas, vista parcial |
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